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Semillas Fitó fue fundada en el año 1880. A lo largo de sus más de 140 años de historia, la compañía ha ido evolucionando y pasando por distintas etapas. En un inicio, la empresa, cuya sede principal está situada en el barrio de Poblenou de Barcelona, concentraba su actividad en la producción, la mejora genética y la venta de semillas dentro del ámbito nacional. Posteriormente empezó a expandir sus ventas hacia otros países, primero del arco Mediterráneo y más adelante de Centroamérica y Asia. Ese proceso culminó con la creación de filiales alrededor del mundo con el objetivo de transmitir cercanía, profesionalidad, visión a largo plazo y trabajo en equipo allá donde la compañía esté presente.

El proceso de internacionalización de semillas Fitó se inició hace más de veinte años con la apertura de la primera filial fuera de España. En 2001 se inauguró la filial de Turquía en Antalya y, desde entonces, el grupo ha continuado su expansión internacional con la creación de filiales en Europa (Italia, Portugal y Francia), América (México, Brasil y Chile), Asia (India) y África (Marruecos). En 2021 Semillas Fitó dio un paso más en su proceso de internacionalización con la apertura de una nueva filial en Grecia: Semillas Fitó Hellas.

Actualmente, Semillas Fitó cuenta con diez filiales alrededor del mundo y tiene presencia directa en otros diez países, desde donde trabaja junto al agricultor para ayudarle a desarrollar su negocio a través de las semillas adaptadas a los terrenos y climas locales.

La apertura de filiales es un pilar fundamental dentro de la estrategia de internacionalización de la compañía y que permite ofrecer un servicio de proximidad a los clientes basado en los valores corporativos, a la vez que mantiene el vínculo con las oficinas centrales y su fuerte compromiso por ser una empresa independiente y de propiedad familiar.